jueves, 11 de febrero de 2010

Blanco.


Tan en Blanco, sin embargo no es el vacio, es... la ternura blanda que debilita.

Aprendí eso de alguien más, a darle nombre de Blanco a la melancolía que no se atreve a dañar.


Como flores en la boca, flotando sobre el agua.
Eso no daña.

Anteriormente.

Al mismo tiempo.
Corre la tinta negra por el cuerpo.

Que no se va esa tinta.

Ya aprendiendo a traerla, se lava.

Corre del propio cuerpo un rojo que lava el negro.

Olvidamos el rojo, y ya en Blanco.