miércoles, 7 de julio de 2010

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Hilos que formaron una maraña, colores y deseos para entretenerme.
Hablando con el representante del Sr. Sol durante años, todas las mañanas tenía segundos y no más para realizar una breve conversación.
No lo dudo, aquello no es mi queja, eso para comezar.
Sin embargo lo deje, olvide que podía hablar con el reflejo de una estrella, eso pasó a ser, ya no tenía un nombre especial, ya no lo volví a ver como es. Lo recordé. Tarde es, ya mis caminos cambiaron. Hace un 30 por ciento de cambios, y quizá estos son los que circulan más cuando me pienso.
En fin. Tengo muchas historias que me he contado. Sin embargo no las tengo, era una cuestión de entretenimiento, valían en el momento de su creación, tuve muchas historias que me contaba. Sigo igual. Pero como he aprendido... uno es acción, exterior, reflejo. Por eso se valora; el interior tiernamente y en plenitud de bondad no va a ser. Es y no se valora. Esa si es mi queja. No saber quien está hablando conmigo, sólo es mientras yo tengo idea de él y eso no es su interior, y vaya... es sencillo. Pero apuesto a que esto es blablabla y no más de mi parte. Un consuelo para no sentirme un pay de moras azules, que al final es el menos vendido, sin embargo no tiene nada de culpa, nada de malo, simplemente no es demandado como el resto, el pay de chabacano y el mousee de chocolate y por supuesto es aun más diferente (posiblemente inferior) que el pay de queso y la tarta de manzana. Pero esta si es la queja, es de moras no es ni más ni menos que los otros, y ya, pero me cuesta no pensar en que la verdad es su cualidad de inferior, el sabor, el aspecto, yo qué sé. Pobre pay. Lo compadesco y al mismo tiempo me gusta más que el resto por ser el pay que la minoría escoge. Otro blablabla para decir que por eso su valor es tiernamente y en plenitud de bondad el mejor pay. Sólo pocos lo pueden valorar como el mejor, y eso es preferible es tener amor más cálido. Porque sino hay de queso, es decir siempre se temina rápido y uno tendría que pasar a la manzana, y con las moras uno está seguro de que vaya a haber.
Es un enredo muy sencillo, y sólo quiero saber que me gustan mis historias y ser tan poco escogida. Y no es para sufrir, está y sólo eso.

jueves, 11 de febrero de 2010

Blanco.


Tan en Blanco, sin embargo no es el vacio, es... la ternura blanda que debilita.

Aprendí eso de alguien más, a darle nombre de Blanco a la melancolía que no se atreve a dañar.


Como flores en la boca, flotando sobre el agua.
Eso no daña.

Anteriormente.

Al mismo tiempo.
Corre la tinta negra por el cuerpo.

Que no se va esa tinta.

Ya aprendiendo a traerla, se lava.

Corre del propio cuerpo un rojo que lava el negro.

Olvidamos el rojo, y ya en Blanco.